Lo que importa no es lo que te sucede, sino cómo reaccionas a ello.

No puedes personalizar las situaciones en la vida, pero puedes personalizar las actitudes para adaptarse a esas situaciones.

Todo lo que tiene un comienzo tiene un final.

Haz las paces con eso y todo estará bien.

Tan pronto como confíes en ti mismo, sabrás cómo vivir.

Al intentar lo imposible uno puede alcanzar el nivel más alto posible.

Llevamos dentro de nosotros las maravillas que buscamos fuera de nosotros.

Escribe algo que valga la pena leer o haz algo que valga la pena escribir.

¿Quién es libre entonces?
El hombre sabio que sabe mandarse a sí mismo.

Aprenda a ponerte en contacto con el silencio dentro de ti mismo, y sabe que todo en la vida tiene un propósito.

No hay errores, ni coincidencias, todos los eventos son bendiciones dadas a nosotros para aprender de ellos.

No hay necesidad de templos, no hay necesidad de filosofías complicadas. Mi cerebro y mi corazón son mis templos, mi filosofía es amabilidad.

Es propio de una mente educada de poder entretener un pensamiento sin aceptarlo.

Si crees que sentirte mal o preocuparte el tiempo suficiente cambiará un evento del pasado o del futuro, resides en otro planeta con un sistema de realidad diferente.

Encuentra la alegría en todo lo que elijas hacer. Cada trabajo, relación, hogar ....
Es tu responsabilidad amarlo, o cambiarlo.

Aprender a vivir en el momento presente es parte del camino de la alegría.

Antes de que puedas hacer algo que no has hecho antes, tengas que imaginar que es posible.

Cree en ti mismo. Eres más valiente de lo que crees, más talentoso de lo que sabes y capaz de más cosas de lo que imaginas.

Las personas se vuelven realmente extraordinario cuando comienzan a pensar que pueden hacer cosas. Cuando creen en sí mismo tienen el primer secreto del éxito.

Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado.

Cuando te levantas por la mañana, piensa en que privilegio más precioso es estar vivo, respirar, pensar, gozar, amar.

En comparación con lo que deberíamos ser, sólo estamos despiertos a medias. Solamente utilizamos una parte muy pequeña de nuestros recursos físicos y mentales. En términos generales, el individuo humano vive así muy dentro de sus límites. Posee poderes de diversas suertes, que habitualmente no utiliza.